jueves, 7 de enero de 2010

6/365

Salí a la calle, y de pronto empezó a nevar. Y ya no había frío, ni humedad, ni dientes castañeantes. De repente solo había la ilusión de sentir que perfectos y únicos copos de nieve caían sobre mí.

3 comentarios:

Meldinov dijo...

Que suerte, en Vigo no nieva nunca :P

¡Animo, ya solo te quedan 359!

Sumomo dijo...

Yo ya vi la nieve :D

Lograi el Luciérnago dijo...

Aquí no nieva nunca, jo... :p